miércoles, 31 de agosto de 2011

Sugerencias para la Felicidad. Adela Cortina.



Sugerencias para la Felicidad
Adela Cortina

Adela Cortina Orts, filósofa española nacida en la ciudad de Valencia (1947), ganadora del Premio Internacional de Ensayo Jovellanos 2007. Catedrática de Ética de la Universidad de Valencia


Aunque las recetas no sean buenas, a veces pueden servir de consejos o al menos punto de partida para el debate en clase. Espero que sirva este decálogo de Adela Cortina para un debate en clase sobre "La Felicidad"

1. Recuerda que los acontecimientos adversos sólo destruyen a los que ya están desmoralizados. No permitas que te bajen la moral.

2. Recuerda que hay motivos para tener la moral alta: aunque falta mucho por andar, ha aumentado la conciencia de que las injusticias, la corrupción, la discriminación y la intolerancia son inhumanas. Ayuda a mantener alto el listón y a subirlo.

3. En las situaciones agobiantes busca siempre salidas imaginativas, amplía el campo de visión, no te dejes atrapar por soluciones apolilladas. La capacidad creadora humana es enorme con tal de que se la ponga en funcionamiento.

4. No culpes de todo lo malo al sistema, a los políticos, al mal tiempo. Exige que cada uno cumpla su tarea, pero tú toma la iniciativa, porque eres un ciudadano y no un súbdito.

5. Jamás te conviertas en vasallo, porque eres algo absolutamente valioso. No te vendas nunca por un plato de lentejas, ya que eso no sólo te rebaja en tu dignidad, sino que en estos casos las lentejas acaban sentando mal.

6. Apoya a los que tienen proyectos generosos, no a los mezquinos. La mezquindad se contagia, la generosidad también.

7. Nunca pienses que tu aportación es irrelevante: los ratoncitos de campo se mueven mejor que los grandes monstruos.

8. Adáptate a los cambios, pero teniendo como brújula para ello tus convicciones bien fundadas. Los dinosaurios no resisten los cambios, pero los camaleones carecen de norte. Entre unos y otros está el ser humano.

9. Disponte a exigir tus derechos, pero también a asumir tus responsabilidades en la construcción de un mundo más humano. Nunca reclames para ti la satisfacción de un derecho que no estés dispuesto también a reclamar para cualquier persona que se encuentre en las mismas condiciones, ni hagas dejación de tu responsabilidad en la protección de esos derechos.

10. Jamás retrocedas en exigencias de justicia, ni te arrugues ante proyectos solidarios, ni te conformes con menos que la felicidad.
Fuente: ADELA CORTINA, Sugerencias para un nuevo año.



sábado, 27 de agosto de 2011

La libertad, según Don Quijote.



La libertad, según Don Quijote.


La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres.


(Don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes, 2ª parte, capítulo 58)



viernes, 26 de agosto de 2011

Carta de un hijo a todos los padres del mundo.



Carta de un hijo a todos los padres del mundo.


No me des todo lo que te pida. A veces solo pido para ver hasta cuánto puedo recibir.

No me grites. Te respeto menos cuando lo haces, y me enseñas a gritar a mí también, y yo no quiero hacerlo.

No des siempre órdenes. Si en vez de órdenes a veces me pidieras las cosas, yo lo haría más rápido y con más gusto.

Cumple las promesas, buenas o malas. Si me prometes un premio, dámelo; pero también si es castigo.

No me compares con nadie, especialmente con mi hermano o hermana. Si tú me haces lucir mejor que los demás, alguien va a sufrir, y si me haces lucir peor que los demás, seré yo quien sufre.

No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer, decídete y mantén esa decisión.

Déjame valerme por mí mismo. Si tú haces todo por mí, yo nunca podré aprender.

No digas mentiras delante de mí, ni me pidas que las diga por ti, aunque sea para sacarte de un apuro. Me haces sentir mal y perder la fe en lo que me dices.

Cuando yo hago algo malo no me exijas que te diga el "por qué lo hice". A veces ni yo mismo lo sé.

Carta de un hijo a todos los padres del mundo.

Cuando estés equivocado en algo admítelo y crecerá la opinión que yo tengo de ti. Y me enseñarás a admitir mis equivocaciones también.

Trátame con la misma amabilidad y cordialidad con que tratas a tus amigos; ya que por ser de la familia no quiere decir que no podamos ser amigos también.

No me digas que haga una cosa que tu no haces. Yo aprenderé y haré siempre lo que tú hagas, aunque no lo digas; pero nunca haré lo que tú digas y no hagas.

Cuando te cuente un problema mío no me digas "NO tengo tiempo para tonterías" o "eso no tiene importancia". Trata de comprenderme y ayudarme.

Quiéreme y dímelo.

Abrázame, necesito sentirte mi amigo, mi compañero a toda hora.

martes, 23 de agosto de 2011

José Saramago y sus abuelos. Discurso de aceptación del Premio Nóbel de Literatura. 1,998


José Saramago y sus abuelos.

Discurso de aceptación del Premio Nóbel de Literatura. 1,998

El hombre más sabio que he conocido en toda mi vida no sabía leer ni escribir. A las cuatro de la madrugada, cuando la promesa de un nuevo día aún venía por tierras de Francia, se levantaba del catre y salía al campo, llevando hasta el pasto la media docena de cerdas de cuya fertilidad se alimentaban él y la mujer. Vivían de esta escasez mis abuelos maternos, de la pequeña cría de cerdos que después del desmame eran vendidos a los vecinos de la aldea. Azinhaga era su nombre, en la provincia del Ribatejo.

Se llamaban Jerónimo Melrinho y Josefa Caixinha esos abuelos, y eran analfabetos uno y otro.

En el invierno, cuando el frío de la noche apretaba hasta el punto de que el agua de los cántaros se helaba dentro de la casa, recogían de las pocilgas a los lechones más débiles y se los llevaban a su cama. Debajo de las mantas ásperas, el calor de los humanos libraba a los animalillos de una muerte cierta. Aunque fuera gente de buen carácter, no era por primores de alma compasiva por lo que los dos viejos procedían así: lo que les preocupaba, sin sentimentalismos ni retóricas, era proteger su pan de cada día, con la naturalidad de quien, para mantener la vida, no aprendió a pensar mucho más de lo que es indispensable.

Ayudé muchas veces a éste mi abuelo Jerónimo en sus andanzas de pastor, cavé muchas veces la tierra del huerto anejo a la casa y corté leña para la lumbre, muchas veces, dando vueltas y vueltas a la gran rueda de hierro que accionaba la bomba, hice subir agua del pozo comunitario y la transporté al hombro, muchas veces, a escondidas de los guardas de las cosechas, fui con mi abuela, también de madrugada, pertrechados de rastrillo, paño y cuerda, a recoger en los rastrojos la paja suelta que después habría de servir para lecho del ganado. Y algunas veces, en noches calientes de verano, después de la cena, mi abuelo me decía: “José, hoy vamos a dormir los dos debajo de la higuera”. Había otras dos higueras, pero aquélla, ciertamente por ser la mayor, por ser la más antigua, por ser la de siempre, era, para todas las personas de la casa, la higuera. Más o menos por antonomasia, palabra erudita que sólo muchos años después acabaría conociendo y sabiendo lo que significaba. En medio de la paz nocturna, entre


las ramas altas del árbol, una estrella se me aparecía, y después, lentamente, se escondía detrás de una hoja, y, mirando en otra dirección, tal como un río corriendo en silencio por el cielo cóncavo, surgía la claridad traslúcida de la Vía Láctea, el camino de Santiago, como todavía le llamábamos en la aldea. Mientras el sueño llegaba, la noche se poblaba con las historias y los sucesos que mi abuelo iba contando: leyendas, apariciones, asombros, episodios singulares, muertes antiguas, escaramuzas de palo y piedra, palabras de antepasados, un incansable rumor de memorias que me mantenía despierto, al mismo que suavemente me acunaba. Nunca supe si él se callaba cuando descubría que me había dormido, o si seguía hablando para no dejar a medias la respuesta a la pregunta que invariablemente le hacía en las pausas más demoradas que él, calculadamente, le introducía en el relato: “¿Y después?”. Tal vez repitiese las historias para sí mismo, quizá para no olvidarlas, quizá para enriquecerlas con peripecias nuevas. En
aquella edad mía y en aquel tiempo de todos nosotros, no será necesario decir que yo imaginaba que mi abuelo Jerónimo era señor de toda la ciencia del mundo. Cuando, con la primera luz de la mañana, el canto de los pájaros me despertaba, él ya no estaba allí, se había ido al campo con sus animales, dejándome dormir. Entonces me levantaba, doblaba la manta, y, descalzo (en la aldea anduve siempre descalzo hasta los catorce años), todavía con pajas enredadas en el pelo, pasaba de la parte cultivada del huerto a la otra, donde se encontraban las pocilgas, al lado de la casa. Mi abuela, ya en pie desde antes que mi abuelo, me ponía delante un tazón de café con trozos de pan y me preguntaba si había dormido bien. Si le contaba algún mal sueño nacido de las historias del abuelo, ella siempre me tranquilizaba: “No hagas caso, en sueños no hay firmeza”. Pensaba entonces que mi abuela, aunque también fuese una mujer muy sabia, no alcanzaba las alturas de mi abuelo, ése que, tumbado debajo de la higuera, con el nieto José al lado, era capaz de poner el universo en movimiento apenas con dos palabras.

Muchos años después, cuando mi abuelo ya se había ido de este mundo y yo era un hombre hecho, llegué a comprender que la abuela, también ella, creía en los sueños. Otra cosa no podría significar que, estando sentada una noche, ante la puerta de su pobre casa, donde entonces vivía sola, mirando las estrellas mayores y menores de encima de su cabeza, hubiese dicho estas palabras: “El mundo es tan bonito y yo tengo tanta pena de morir”. No dijo miedo de morir, dijo pena de morir, como si la vida de pesadilla y continuo trabajo que había sido la suya, en aquel momento casi final, estuviese recibiendo la gracia de una suprema y última despedida, el consuelo de la belleza revelada. Estaba sentada a la puerta de una casa, como no creo que haya habido alguna otra en el mundo, porque en ella vivió gente capaz de dormir con cerdos como si fuesen sus propios hijos, gente que tenía pena de irse de la vida sólo porque el mundo era bonito, gente, y ése fue mi abuelo Jerónimo, pastor y contador de historias, que, al presentir que la muerte venía a buscarlo, se despidió de los árboles de su huerto uno por uno, abrazándolos y llorando porque sabía que no los volvería a ver.



Muchos años después, escribiendo por primera vez sobre éste mi abuelo Jerónimo y ésta mi abuela Josefa (me ha faltado decir que ella había sido, según cuantos la conocieron de joven, de una belleza inusual), tuve conciencia de que estaba transformando las personas comunes que habían sido en personajes literarios y que ésa era, probablemente, la manera de no olvidarlos, dibujando y volviendo a dibujar sus rostros con el lápiz siempre cambiante del recuerdo, coloreando e iluminando la monotonía de un cotidiano opaco y sin horizontes, como quien va recreando sobre el inestable mapa de la memoria, la irrealidad sobrenatural del país en que decidió pasar a vivir. La misma actitud de espíritu que, después de haber evocado la fascinante y enigmática figura de un cierto bisabuelo berebere, me llevaría a describir más o menos en estos términos un viejo retrato (hoy ya con casi ochenta años) donde mis padres aparecen. “Están los dos de pie, bellos y jóvenes, de frente ante el fotógrafo, mostrando en el rostro una expresión de solemne gravedad que es tal vez temor delante de la cámara, en el instante en que el objetivo va a fijar de uno y del otro la imagen que nunca más volverán a tener, porque el día siguiente será implacablemente otro día.
Mi madre apoya el codo derecho en una alta columna y sostiene en la mano izquierda, caída a lo largo del cuerpo, una flor. Mi padre pasa el brazo por la espalda de mi madre y su mano callosa aparece sobre el hombro de ella como un ala. Ambos pisan tímidos una alfombra floreada. La tela que sirve de fondo postizo al retrato muestra unas difusas e incongruentes arquitecturas neoclásicas”. Y terminaba: “Tendría que llegar el día en que contaría estas cosas. Nada de esto tiene importancia a no ser para mí. Un abuelo berebere, llegando del norte de Africa, otro abuelo pastor de cerdos, una abuela maravillosamente bella, unos padres graves y hermosos, una flor en un retrato ¿qué otra genealogía puede importarme? ¿en qué
mejor árbol me apoyaría?”. Escribí estas palabras hace casi treinta años sin otra intención que no fuese reconstituir y registrar instantes de la vida de las personas que me engendraron y que estuvieron más cerca de mí, pensando que no necesitaría explicar nada más para que se supiese de dónde vengo y de qué materiales se hizo la persona que comencé siendo y ésta en que poco a poco me he convertido. Ahora descubro que estaba equivocado, la biología no determina todo y en cuanto a la genética, muy misteriosos habrán sido sus caminos para haber dado una vuelta tan larga. A mi árbol genealógico (perdóneseme la presunción de designarlo así, siendo tan menguada la sustancia de su savia) no le faltaban sólo algunas de aquellas ramas que el tiempo y los sucesivos encuentros de la vida van desgajando del tronco central. También le faltaba quien ayudase a sus raíces a penetrar hasta las capas subterráneas más profundas, quien apurase la consistencia y el sabor de sus frutos, quien ampliase y robusteciese su copa para hacer de ella abrigo de aves migratorias y amparo de nidos.

Al pintar a mis padres y a mis abuelos con tintas de literatura, transformándolos de las simples personas de carne y hueso que habían sido, en personajes nuevamente y de otro modo constructores de mi vida, estaba, sin darme cuenta, trazando el camino por donde los personajes que habría de inventar, los otros, los efectivamente literarios, fabricarían y traerían los materiales y las herramientas que, finalmente, en lo bueno y en lo menos bueno, en lo bastante y en lo insuficiente, en lo ganado y en lo perdido, en aquello que es defecto pero también en aquello que es exceso, acabarían haciendo de mí la persona en que hoy me reconozco: creador de esos personajes y al mismo tiempo criatura de ellos. En cierto sentido se podría decir que, letra a letra, palabra a palabra, página a página, libro a libro, he venido, sucesivamente, implantando en el hombre que fui los personajes que creé. Considero que sin ellos no sería la persona que hoy soy, sin ellos tal vez mi vida no hubiese logrado ser más que un esbozo impreciso, una promesa como tantas otras que de promesa no consiguieron pasar, la existencia de alguien que tal vez pudiese haber sido y no llegó a ser.

Comienzo del discurso de aceptación del Premio Nóbel de Literatura. Oslo 1.998 Seguir leyendo...


http://www.juliaardon.com/2006/04/discurso-de-aceptacion-del-premio-nobel-por-jose-saramago/
José de Sousa Saramago (Azinhaga, Santarém, Portugal, 16 de noviembre de 1922 - Tías, Lanzarote, España, 18 de junio de 2010) fue un escritor, novelista, poeta, periodista y dramaturgo portugués. En 1998 le fue concedido el Premio Nobel de Literatura. La Academia Sueca destacó su capacidad para «volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía». (Wikipedia)

José Saramago, páginas...

http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Saramago


http://www.josesaramago.org/


http://cuaderno.josesaramago.org/

http://saramago.blogspot.c/


http://www.epdlp.com/escritor.php?id=22




sábado, 20 de agosto de 2011

EL CRUCE DEL RÍO . Jorge Bucay


EL CRUCE DEL RÍO

Había una vez dos monjes zen que caminaban por el bosque de regreso al monasterio. Cuando llegaron al río, vieron a una mujer que lloraba en cuclillas cerca de la orilla. Era joven y atractiva.

-¿que te sucede?- le preguntó el más anciano.

-Mi madre se muere. Está sola en casa, al otro lado del río, y yo no puedo cruzar. Lo intenté -siguió la joven-, pero la corriente me arrastra y no podré llegar nunca al otro lado sin ayuda... Pensé que no la volvería a ver con vida. Pero ahora... Ahora que habéis aparecido vosotros, alguno de los dos podrá ayudarme a cruzar...

-Ojalá pudiéramos -se lamentó el más joven-. Pero la única manera de ayudarte sería cargarte a través del río y nuestros votos de castidad nos impiden todo contacto con el sexo opuesto. Lo tenemos prohibido... Lo siento.

-yo también lo siento- dijo la mujer. y siguió llorando. El monje más viejo se arrodilló, bajó la cabeza y dijo: <>.

La mujer no podía creerlo, pero con rapidez tomó su hatillo de ropa y subió a horcajadas sobre el monje.

Con bastante dificultad, el monje cruzó el rió, seguido por el joven.

Al llegar al otro lado, la mujer descendió y se acercó al anciano monje con intención de besar sus manos.

-Está bien, está bien -dijo el viejo retirando sus manos-, sigue tu camino.

La mujer se inclinó con gratitud y humildad, recogió sus ropas y corrió por el camino hacia el pueblo.

Los monjes, sin decir palabra, retomaron su marcha al monasterio. Aún les quedaban diez horas de caminata...

Poco antes de llegar, el joven le dijo al anciano: <>.

-Yo la llevé a través del río, es cierto. pero ¿qué te pasa a ti que todavía la cargas sobre tus hombros?.

Jorge Bucay


Arabian Rock. Una Web para el Rock Andaluz.

Arabian Rock. Una Web para el Rock Andaluz.

El rock andaluz es una corriente o movimiento cultural que comenzó en Andalucía a finales de los años 60’s, década en la que se implantaron las bases americanas de Rota y Morón, cuyas emisoras comenzaron a emitir música rock e influyeron a los jóvenes músicos de aquellos años.

La música andaluza tenía por entonces necesidad de rock y éste surgió de forma espontánea como una expresión libre y variada, llena de influencias y calando intensamente en la juventud andaluza de aquellos años.

Entre los estilos fusionados se encontraban el rock, el flamenco, el blues, el rock sinfónico, el jazz, el folk, etc.

El rock andaluz alcanzó cotas muy importantes en un campo creativo sin precedentes en nuestra tierra con gran éxito de artistas surgidos desde muchos rincones.

Una matización a tener en cuenta es que no es rock andaluz sólo el que se hace en Andalucía, sino que hay mucho que ha sido creado desde fuera de nuestra comunidad, ya sea en el resto de España e incluso en otros países.

También se da el caso de músicos actuales que pertenecieron en su día a una formación de rock andaluz y posteriormente realizaron otros proyectos musicales sin conexión con este movimiento. A efectos de discografía y/o coleccionismo, esos trabajos aislados realizados se aceptan como parte del movimiento andaluz aunque nunca podrán ser considerados rock andaluz porque no lo son.

Igualmente, tampoco son considerados estilos englobados en el rock andaluz: la rumba, el folklore tradicional, el pop andaluz, el flamenco fusión, el rock puro y duro sin toques propios de la tierra o el flamenco que se interpretase sin fusionar con el rock progresivo.


Aún así, el rock andaluz tiene una libre interpretación como ocurre en tantos otros estilos o corrientes musicales. Según el oído de cada cual, una música puede estar más cercana o lejana a nuestra definición.

El movimiento decreció de forma considerable a mediados de los años 80’s, aunque sin llegar a desaparecer, ya que durante todos estos años han seguido surgiendo músicos que han mantenido viva la llama de este movimiento.



viernes, 19 de agosto de 2011

lunes, 15 de agosto de 2011

Somalia y el Cuerno de África. Los porqués del hambre. Hay otros Terrorismos.


Los porqués del hambre. Hay otros Terrorismos.

Población infantil(de una población total de 132.624.000 personas)
46,99
Tasa de mortalidad infantil(por cada 1000 habitantes)
76,5
Acceso a agua potable
54,75%
Esperanza de vida al nacer
54

Tasa de matriculación escolar
52%
640.000 niños sufren desnutrición aguda en el Sur de Somalia

El Cuerno de África está enfrentando una severa emergencia nutricional, que pone en riesgo a cerca de once millones de personas, incluyendo a 3,7 millones en Somalia; 3,2 millones en Etiopía y 3,5 millones en Kenia.

Esta situación está afectando muy gravemente a la infancia. Más de dos millones de niños sufren desnutrición y necesitan con urgencia acciones vitales para sobrevivir a la sequía.

La situación empeora alarmantemente hasta el punto que Naciones Unidas ha declarado el estado de hambruna en dos distritos del sur de Somalia, y se prevé que la declaración se ampliará a las demás regiones de la zona en los siguientes meses.

Esta crisis está causada por la combinación de diferentes factores que están provocando este deterioro tan acusado de la situación nutricional:

* La peor sequía de la región en los últimos 50 años.
* El incremento de los precios de los alimentos.
* Los efectos del conflicto armado en Somalia.
* Uno de los más intensos flujos de refugiados de Somalia hacia Kenia y Etiopía.

UNICEF estima que un total de 11 millones de personas ya necesitan asistencia humanitaria. Se necesitan acciones urgentes de supervivencia para los niños que sufren desnutrición aguda en las zonas afectadas por la sequía en Kenia, Somalia, Etiopía y Yibuti.



Información obtenida de la web de UNICEF:

Los porqués del hambre

Vivimos en un mundo de abundancia. Hoy se produce comida para 12.000 millones de personas, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), cuando en el planeta habitan 7.000. Comida, hay. Entonces, ¿por qué una de cada siete personas en el mundo pasa hambre?...

...El hambre no es una fatalidad inevitable que afecta a determinados países. Las causas del hambre son políticas. ¿Quiénes controlan los recursos naturales (tierra, agua, semillas) que permiten la producción de comida? ¿A quiénes benefician las políticas agrícolas y alimentarias? Hoy, los alimentos se han convertido en una mercancía y su función principal, alimentarnos, ha quedado en un segundo plano...

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http//www.elpais.com/articulo/opinion/porques/hambre/elpepuopi/20110730elpepiopi_10/Tes

Esther Vivas, del Centro de Estudios sobre Movimientos Sociales de la Universidad Pompeu Fabra, es autora de Del campo al plato. Los circuitos de producción y distribución de alimentos.



Viñetas de Kalvellido y Paco Garabato

martes, 9 de agosto de 2011

¡NO AL PRÉSTAMO DE PAGO EN BIBLIOTECAS!. POR LA LECTURA. Jose Luis Sampedro



POR LA LECTURA. Jose Luis Sampedro.
¡NO AL PRÉSTAMO DE PAGO EN BIBLIOTECAS!


Cuando yo era un muchacho, en la España de 1931, vivía en Aranjuez un Maestro Nacional llamado D. Justo G. Escudero Lezamit.


A punto de jubilarse, acudía a la escuela incluso los sábados por la mañana aunque no tenía clases porque allí, en un

despachito que le habían cedido, atendía su biblioteca circulante.


Era suya porque la había creado él
solo, con libros donados por amigos, instituciones y padres de alumnos.
Sus 'clientes' éramos jóvenes y adultos, hombres y mujeres a quienes sólo cobraba cincuenta céntimos al mes por prestar a cada cual un libro a la semana.


Allí descubrí a Dickens y a Baroja, leí a Salgari y a Karl May.
Muchos años después hice una visita a un bibliotequita de un pueblo
madrileño. No parecía haber sido muy frecuentada, pero se había hecho cargo recientemente una joven titulada quien había ideado crear un rincón exclusivo para los niños con un trozo de moqueta para sentarlos.
Al principio las madres acogieron la idea con simpatía porque les servía de guardería. Tras recoger a sus hijos en el colegio los dejaban allí un rato mientras terminaban de hacer sus compras, pero cuando
regresaban a por ellos, no era raro que los niños, intrigados por el final, pidieran quedarse un ratito más hasta terminar el cuento que estaban leyendo.

Durante la espera, las madres curioseaban, cogían
algún libro, lo hojeaban y a veces también ellas quedaban prendadas.
Tiempo después me enteré de que la experiencia había dado sus frutos: algunas lectoras eran mujeres que nunca habían leído antes de que una simple moqueta en manos de una joven bibliotecaria les descubriera otros mundos.

Y aún más años después descubrí otro prodigio en un gran
hospital de Valencia. La biblioteca de atención al paciente, con la que mitigan las largas esperas y angustias tanto de familiares como de los propios enfermos, fue creada por iniciativa y voluntarismo de una
empleada.

Con un carrito del supermercado cargado de libros donados,
paseándose por las distintas plantas, con largas peregrinaciones y luchas con la administración intentando convencer a burócratas y médicos no siempre abiertos a otras consideraciones, de que el conocimiento y el placer que proporciona la lectura puede contribuir a la curación, al cabo de los años ha logrado dotar al hospital y sus usuarios de una biblioteca con un servicio de préstamos y unas actividades que le han valido, además del prestigio y admiración de
cuantos hemos pasado por ahí, un premio del gremio de libreros en reconocimiento a su labor en favor del libro.

Evoco ahora estos tres de entre los muchos ejemplos de tesón
bibliotecario, al enterarme de que resurge la amenaza del préstamo de pago.


Se pretende obligar a las bibliotecas a pagar 20 céntimos por cada libro prestado en concepto de canon para resarcir -eso dicen- a los autores del desgaste del préstamo.


Me quedo confuso y no entiendo nada. En la vida corriente el que paga una suma es porque:


a) obtiene algo a cambio.
b) es objeto de una sanción.

Y yo me pregunto: ¿qué obtiene una biblioteca pública, una vez pagada
la adquisición del libro para prestarlo? ¿O es que debe sermultada por cumplir con su misión, que es precisamente ésa, la de prestar libros y fomentar la lectura?
Por otro lado, ¿qué se les desgasta a los autores en la operación?.

¿Acaso dejaron de cobrar por el libro?. ¿Se les leerá menos por ser lecturas prestadas?.

¿Venderán menos o les servirá de publicidad el
préstamo como cuando una fábrica regala muestras de sus productos?.
Pero, sobre todo: ¿Se quiere fomentar la lectura? ¿Europa prefiere autores más ricos pero menos leídos?

No entiendo a esa Europa mercantil.

Personalmente prefiero que me lean y soy yo quien se siente
deudor con la labor bibliotecaria en la difusión de mi obra.

Sépanlo quienes, sin preguntarme, pretenden defender mis intereses de autor cargándose a las bibliotecas.

He firmado en contra de esa medida en diferentes ocasiones y me uno nuevamente a la campaña.

¡NO AL PRÉSTAMO DE PAGO EN BIBLIOTECAS!
José Luis Sampedro


jueves, 4 de agosto de 2011

Cómo hacerte saber. Mario Benedetti






Cómo hacerte saber

que siempre hay tiempo?
Que uno tiene que buscarlo y dárselo...
Que nadie establece normas, salvo la vida...
Que la vida sin ciertas "normas" pierde forma...
Que la forma no se pierde con "abrirnos"...
Que abrirnos no es amar indiscriminadamente...
Que no está prohibido amar...
Que también se puede odiar...
Que la agresión porque sí, hiere mucho...
Que las heridas se cierran...
Que las puertas no deben cerrarse...
Que la mayor puerta es el afecto...
Que los afectos, nos definen...
Que definirse no es remar contra la corriente...
Que no cuanto más fuerte se hace el trazo, más se dibuja...
Que negar palabras, es abrir distancias...
Que encontrarse es muy hermoso...
Que el Sexo forma parte de lo hermoso de la vida...
Que la vida parte del Sexo...
Que el por qué de los niños, tiene su porqué...
Que querer saber de alguien, no es sólo curiosidad...
Que saber todo de todos, es curiosidad malsana...
Que nunca está de más agradecer...
Que autodeterminación no es hacer las cosas solo...
Que nadie quiere estar solo...
Que para no estar solo hay que dar...
Que para dar, debemos recibir antes...
Que para que nos den también hay que saber pedir...
Que saber pedir no es regalarse...
Que regalarse en definitiva no es quererse...
Que para que nos quieran debemos demostrar qué somos...
Que para que alguien sea, hay que ayudarlo...
Que ayudar es poder alentar y apoyar...
Que adular no es apoyar...
Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara...
Que las cosas cara a cara son honestas...
Que nadie es honesto porque no robe...
Que cuando no hay placer en las cosas no se está viviendo...
Que para sentir la vida hay que olvidarse que existe la muerte...
Que se puede estar muerto en vida..
Que se siente con el cuerpo y la mente...
Que con los oídos se escucha...
Que cuesta ser sensible y no herirse...
Que herirse no es desangrarse...
Que para no ser heridos levantamos muros...
Que sería mejor construir puentes...
Que sobre ellos se van a la otra orilla y nadie vuelve...
Que volver no implica retroceder...
Que retroceder también puede ser Avanzar...
Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del Sol...
Cómo hacerte saber que nadie establece normas, salvo la vida?
MARIO BENEDETTI
( Uruguay, 1920-2.009 )


Como hacerte saber. Mario Benedetti.

Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno Benedetti Farrugia (Paso de los Toros, Uruguay, 14 de septiembre de 1920 – Montevideo, Uruguay, 17 de mayo de 2009), más conocido como Mario Benedetti, fue un escritor y poeta uruguayo integrante de la Generación del 45, a la que pertenecen también Idea Vilariño y Juan Carlos Onetti, entre otros. Su prolífica producción literaria incluyó más de 80 libros, algunos de los cuales fueron traducidos a más de 20 idiomas.

lunes, 1 de agosto de 2011

La escuela y el Mercado (I). La Escuela a debate. El debate sobre ¿Qué Escuela?



La Escuela y el Mercado (I).


La Escuela a debate.


El debate sobre ¿Qué Escuela?

La escuela y el Mercado (I)

La consideración de la enseñanza como un producto y al alumno como un cliente se va consolidando en nuestra Enseñanza y en nuestras Escuelas. Otra victoria del Neoliberalismo y el Mercado.


La identificación del buen profesor como el de un eficaz vendedor que trabaja para la satisfacción plena del cliente. Esto implica también la mercadotecnia, el arte de vender y de captar al cliente mediante campañas bien dirigidas.




¿Qué es lo que quiere el cliente? Es la pregunta básica. ¿Cómo darle satisfacción? ¿Cómo corresponder a sus expectativas? ¿Cómo hacerle agradable dicha transacción comercial? La educación en muchos sentidos ha derivado a un planteamiento clientelar siguiendo los esquemas del mundo del Mercado.




La escuela de Primaria, la ESO y el bachillerato está cada vez más sometida al Mercado. Una votación secreta de los Alumnos o Padres podría servir de elemento de valoración para evaluar la calidad de la enseñanza del profesorado, y llevaría en caso de reincidencia negativa a una llamada de atención al profesor, y como última opción llegaría la de ser apartado de la docencia a funciones administrativas o auxiliares.
¿Cómo cambiaría nuestra forma de funcionar si se supiera que habríamos de aprobar en la opinión libremente emitida de nuestros clientes, padres o alumnos? ¿Los alumnos saben cuándo están recibiendo una buena o deficiente enseñanza?


La regla fundamental del comercio es la de que el cliente siempre tiene razón, y, como en El corte Inglés, tiene derecho a la devolución si no queda satisfecho con el producto. En todo caso queda abierto el camino a la reclamación en el supuesto de sentirse defraudado con el servicio o el producto. Este rol de la escuela en las sociedades del Neoliberalismo tiene muchos aspectos en los que incide, contenidos, Papel de las administraciones, fines de la Educación…
Pepe Oliver


Cuerno de África. Más de 12 millones de personas afectadas



Desastre Humanitario en el Cuerno de ÁFRICA
Más de 12 millones de personas afectadas
El Cuerno de África afronta la peor crisis alimentaria del siglo XXI. Las Naciones Unidas ha declarado oficialmente que hay hambruna en dos regiones del sur de Somalia. Más de 12 millones de personas -4,5 millones en Etiopía, 3,5 millones en Kenia, 3,8 millones en Somalia y 600,000 en Uganda- no tienen garantizada la comida, agua limpia y servicios sanitarios básicos. Hasta ahora la respuesta internacional ha sido lenta e inadecuada. Según la ONU, la crisis necesita 1.000 millones de dólares inmediatamente, pero los donantes no han comprometido hasta el momento más que 200 millones, dejando 800 millones sin cubrir.


Viñetas de JR.Mora, Ferreres, Kalvellido,Eneko, el Roto y Forges


Artículos sobre el Hambre en África hoy...
http://blogs.publico.es/trabajarcansa/2011/07/28/una-idea-de-negocio-para-somalia/
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=133048&titular=y-a-somalia...-¿quién-la-salva?-
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=133002&titular=etiopía-vende-sus-tierras-a-pesar-de-la-hambruna-