martes, 27 de septiembre de 2011

¿A QUIÉN IMPORTA LA EDUCACIÓN? Miguel Vega.




¿A QUIÉN IMPORTA LA EDUCACIÓN?


Ya podemos hablar en plural de los años de crisis económica y lo peor de todo esto es que no se ve aún la salida a este largo túnel.

Llevamos ya, al menos dos cursos con la incertidumbre que causa al sector educativo esta situación de crisis. En este tiempo los avances han sido escasos o nulos y el recorte más importante fue el 5% a la nómina de todo el profesorado del sistema educativo (titularidad pública y concertados) y, en nuestros centros concertados, el resto de los módulos.

Así pues, añadimos una incertidumbre más a la ya importante de inestabilidad normativa en el sector educativo. Desde hace tiempo, pero especialmente desde el debate de la Ley Orgánica de la Educación, los partidos políticos y nuestros representantes en los parlamentos se afanan en hablar de la necesidad de llegar a un pacto social por la educación, pero este no sólo no llega, sino que, además, nos hacen ver que no va a ser posible. Y todo ello en el escenario de una batalla dialéctica entre unos y otros, que sólo parece perseguir el beneficio partidista y la rentabilidad electoral.

Siendo éste el panorama, comienza el curso escolar 2011-2012 y las tan llamativas frases de los políticos diciendo que la educación no iba a sufrir recortes se guardan en los cajones de los despachos: la educación ya no es una inversión de futuro para nuestra sociedad, ahora es, simple y llanamente un gasto y, por tanto, se recorta o no se amplia, que es lo mismo si tenemos en cuenta que ha aumentado el alumnado.

Elemento importantísimo en estos últimos años es el informe Pisa. Éste nos muestra un escenario educativo en España bastante mediocre que se ha estado intentando mejorar y que ahora, cuando algunas fuentes nos comienzan a decir que comenzamos la recuperación, se ve parado en el mejor de los casos. Estando las cosas como están y si nadie lo remedia, ¿quién duda que los resultados vuelvan a empeorar? Y es que, a pesar del gran salto cualitativo y cuantitativo de nuestro sistema educativo, la administración sigue teniendo esta asignatura pendiente, esta deuda histórica con la educación que tendrá que recuperar en algún septiembre. Está claro que en este no que va a ser.

Desde hace años nuestra profesión está denunciando su descrédito social y del sector educativo en general sin encontrar una respuesta firme y unánime que ponga fin a ello. Y de nuevo, un septiembre más, los medios de comunicación nos atiborran con el excesivo gasto que provoca a las familias el comienzo de curso.


¿De dónde se sacan estas cifras si, en el sistema público, la enseñanza es gratuita, incluyendo los libros de texto? ¿No quedamos en que es una inversión y no un gasto? ¿Por qué los medios dan un énfasis negativo a la inversión educativa y no al gasto, por ejemplo, del chiringuito en los meses veraniegos? ¿Por qué tanto interés en desacreditar la inversión en la educación? ¿Es que hay algún objetivo oculto detrás de todo esto? ¿Acaso el mensaje o el titular correcto no debería aportar los elementos positivos de la educación y resaltar que esta factura de septiembre es la mejor inversión en el futuro de nuestros hijos/as y de la sociedad en general?

Tal vez, por todo esto nos tendremos que preguntar ¿A QUIÉN LE IMPORTA LA EDUCACIÓN?

Miguel Vega, Presidente de ACES. Cooperativista de nuestro Colegio.

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