8 de Marzo. Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Texto de Irene Fajardo, antigua alumna del Colegio
8 de Marzo. Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Texto de Irene Fajardo, antigua alumna del Colegio.
Irene , muy pequeñita
Texto que nos llega hoy de nuestra antigua alumna Irene Fajardo (escrito en 4º de la ESO. 2004), hoy Licenciada en Medicina como su hermana Marta. Las recordamos mucho y nos recuerdan,lo sabemos...
Un beso del Colegio para los dos.
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Os
dejo por aquí algo que escribí hace ya bastantes añitos (con una
pequeña aportación de Neruda), y que creo que viene al pelo tal día como
hoy. Un besazo, cole.
- Mírala a los ojos. Era lo que más
amabas en este mundo, a quien juraste amor eterno, tu razón de ser, el
apoyo cada vez que flaqueabas, la razón de tu felicidad y de tus ganas
de vivir. Era tu vida... Cómo te atreves ahora a apagar el brillo de sus
ojos, a anularla, a despreciarla... cómo te atreves siquiera a elevar
la voz, cómo eres capaz de ponerle una mano encima... estás destruyendo
todo lo que ella quería, en todo lo que creía de ti.
- Pues... porque la quiero... es lo mejor para ella.
- ¿La quieres? Mírala. Hazle una pregunta, su boca buscará temerosa la
respuesta que tú quieras oír mientras sus ojos esperan tu aprobación.
- Pero yo la amo...
- ¿La amas? ¿Cuándo fue la última vez que se lo dijiste?
- Ella lo sabe...
- ¿Lo sabe? ¿Cuándo fue la última vez que la invitaste a cenar? ¿O al
cine? ¿Cuándo fue la última vez que le regalaste un ramo de flores?
¿Cuándo fue la última vez que se lo demostraste? ¿O que le susurraste al
oído palabras que ya casi no recuerda?
- ...
- Ella
te ama... A pesar de todo, te ama. Se aferra a cada gesto dulce, a cada
palabra amable que sale de tu boca, cada vez más infrecuentes. Se
refugia en esa época en que todo eran miradas cálidas, caricias
impregnadas de ternura y besos teñidos de amor.
Vive con la esperanza de que vuelva esa persona que la enamoró, que la hacía tan feliz.
¿Recuerdas? Paseos bajo la luna, donde ni la fría brisa nocturna se
atrevía a importunaros. Apoyaba la cabeza en tu pecho mientras tú la
abrazabas con ternura y cariño... el tiempo se detenía en esos
instantes, solo existíais ella y tú.
Cuántas veces... dime cuántas
veces añoraste esos momentos en tus noches de soledad, cuántas veces
recordaste esos versos que a ella tanto le gustaban y que le recitabas
al oído de memoria...
"En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos"...
- "Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido..."
- Sé que la amas.
- La amo.
-Sé que no puedes vivir sin ella.
- No hay un solo día en que no la recuerde, no soporto esta soledad...
- Entonces... dame solo un motivo, una sola razón.
- Pues... porque la amaba... y porque me pertenecía. La maté porque era mía.
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