Los amigos de nuestros hijos.
Patricia Ramírez. El País Semanal. 19-8-2.012
"No se trata
de que se mimetíce con ellos, pero si de
reforzarles lo que es una conducta normal a esa edad"
A cierta edad, los padres pasan de héroes a villanos, y sus
amistades cobran protagonismo. Estas son algunas ideas para acercar
generaciones y ayudarles en su propio cambio.
- Pues a María
sus padres le han dicho que puede quedarse hasta las 12. A mí nunca me dejáis
hacer nada.
Si esta frase suena a casi todos los padres, ¿no
será una herramienta de manipulación que quizá también estén utilizando en su
casa?. La respuesta más común es
- lo que los padres de tus amigas hagan o dejen de
hacer no es mi problema; en esta casa tenemos unas normas y se cumplen.
Lo cierto es que
la relación amistosa de nuestros hijos a veces nos distancia de ellos, y no
por las personas con las que se juntan, sino por cómo gestionamos la situación.
Llega un momento en la vida
de nuestros hijos en el que pasamos de ser héroes a convertirnos en villanos.
Hasta los lo
u 11 años, los padres son un
referente y un modelo a seguir. Pero en la edad de la adolescencia, los
progenitores pierden valor y los amigos se vuelven el pilar de sus vidas. De
nada servirá que tenga celos o se sienta desplazado. Los adolescentes deben
pasar por esta etapa como lo hizo usted en su momento. La obligación como
padres es apoyar, tener calma y mucho sentido común.
COMUNIÓN ENTRE IGUALES
"Solo dos legados
duraderos podemos aspirar a dejar a nuestros hijos: uno, raíces; otro,
alas" (Hodding Carter)
¿Por qué son tan atractivos
los amigos y los padres dejan de serlo? La comunicación es un pilar fundamental en esta
edad. Los padres solemos preguntar y buscar información sobre lo que nos
interesa a nosotros como padres, pero no siempre coincide con lo que les apasiona a ellos.
Los adolescentes conversan sobre música, novios, ropa y lo que está de moda, de
las clases y profesores que les tienen manía, las aficiones que comparten, las nuevas
tecnologías, etcétera. En cambio, a los padres nos gusta saber qué hacen en el
colegio, cómo les va en una asignatura concreta y les aconsejamos sobre una
amiga que no nos termina de gustar. Si queremos mejorar la comunicación, tendremos que
hablarles de lo que a ellos les atrae. Si queremos confianza,
tendremos además que compartir confidencias, como "a mí a tu edad también me gustaba una
música diferente a la de mis padres... ¡y me encantaba la
ropa!". A la mayoría de los padres, las conversaciones que los
hijos mantienen con los amigos les parecen una soberana tontería y piensan que
son superficiales. Mientras mantenga esta actitud, sus hijos estarán más lejos
que cerca. Trate de ponerse en su lugar y haga un poco de memoria.
No se trata de
que se mimetice con ellos, pero sí de reforzarles lo que es una conducta normal
a esa edad: "Estás preciosa con esa
camiseta", "la música que escuchas es muy alegre, dan ganas de bailar".
No podemos reforzar solo lo que para nosotros es importante, como un notable.
Se trata de que se acerque a su hijo y él sienta que le comprende y que su estilo de vida no es
rechazado en casa.
Los adolescentes poseen un gran sentimiento de
pertenencia, están en un grupo con el que se identifican y hacen por ser
aceptados. Con los amigos se sienten comprendidos. Los cambios hormonales,
emocionales y físicos son comunes y se perciben como iguales... y se apoyan de
forma incondicional. En el grupo no existen comentarios del tipo "qué
tontería estás diciendo... los adolescentes siempre estáis en las nubes... menudas
chorradas hacéis a esta edad".
CÓMO ACTUAR .
"Si
usted quiere que sus hijos tengan los pies sobre la tierra, colóqueles
responsabilidad sobre los hombros" (Abigail van Buren)
No hay mejor medicina que la prevención.
¿Cómo debemos actuar con ellos?
- Trate de mantener una comunicación en la que puedan
expresarse sin sentirse etiquetados ni juzgados. La mejor manera de
conocer qué hacen y con quién salen sus hijos es invitar a los amigos a casa,
cenar con ellos, prepararles un plan atractivo. Observe cómo se relaciona su
hijo con los amigos, el papel que asume. Será muy difícil que le acepte si a la
primera de cambio hace juicios de valor del tipo "qué horror, pero si es aburridísimo... ¿y
así vas a salir?".
- Paciencia. Con los gritos y las imposiciones
continuas generamos un distanciamiento. Mantenga la calma. Dé tiempo a que
reflexione, experimente y se equivoque (en lo que sea posible). Permita que
piense por sí mismo, no le dé todo hecho, ni siquiera las ideas.
- Dé lo mismo que espera recibir de él. Si
quiere transparencia, sea transparente; si quiere franqueza, no le mienta, y
si quiere confianza... cuéntele usted también sus cosas en la medida que se puedan
contar. Trate de tener una comunicación bidireccional.
- Permita que tenga autonomía. Deje que se
responsabilice y tome decisiones. Cuando los adolescentes empiezan a hacer
cosas solos, cometen errores. Si machacamos cada fallo, además de hundirles la
autoestima, les generamos miedo a lo nuevo. El fracaso y el error forman parte
del aprendizaje.
- Negocie lo que sí es negociable
y no siente precedentes con lo que no lo es.
- Cuide el entorno en el que se mueve su hijo y las
actividades que realiza. Llévele a lugares en los que usted conozca
a la gente con la que se relaciona, anímele para que practique deporte. Los adolescentes
y los medio-adultos que compiten el fin de semana en un torneo deportivo evitan
salir por la noche para poder ir descansados. Introduzca actividades alternativas
a "la noche". El deporte crea un ambiente sano, de compañerismo y
amistad y los aleja del consumo de tabaco y de trasnochar.
Consejos para promover que
sus hijos mantengan amistades sanas y respetuosas:
- Con los amigos es importante mantener el respeto y las
buenas maneras. Significa que no se pueden insultar, chantajear ni
humillar. Si algún amigo actúa así, lo correcto es decir "no me levantes
la voz... o no me insultes", darse la vuelta e irse sin dar
opción a otro agravio. Los niños no pueden acostumbrarse a ser humillados ni
permitir que los demás consigan lo que quieren con este tipo de
comportamientos.
- Transmítales que no se habla mal de otros, eso incluye
la fea práctica de "los cotilleos". Casi siempre son inciertos y
hacen mucho daño. Cuando alguien venga con un cotilleo, hay que responder "lo siento, no me
interesa".
- Otra norma es no comentar secretos de los
amigos ni contar confidencias a las personas que no son de confianza. Cuando
se nos escapan los secretos, perdemos la confianza de lo amigos.
- Incúlqueles el valor de
respetarse a sí mismos. No se suplica el cariño ni la amistad de
nadie que no la quiera dar. Tienen que saber que la amistad no tiene precio,
que es algo sin condiciones y nadie puede ponerles normas para ser su amigo y
mucho menos exigirles que dejen de ser amigos de otras personas importantes
para ellos.
- Los amigos deben concentrarse en hablar de lo
que los une, no de lo que los separa.
Transmítales el valor del
bien y de ser consecuentes con la escala de valores en la que les ha educado. Y
que recuerden siempre: no deben hacer cosas ni mantener conversaciones de las
que luego se puedan arrepentir. Practique la paciencia y el control de los
impulsos con sus hijos, que piensen las cosas antes de hacerlas y valoren las
consecuencias.
CON
BUENAS MANERAS
1. LA
PELÍCULA
-Los chicos
están bien; de Lisa Cholodenko, con Julianne Moore
y Annette Bening.
2. LA FRASE
- "Un
padre es un tesoro, un hermano es un consuelo; un amigo
es ambos'; de Benjamin Franklin.
3. CANCIÓN
-'Decir amigo; de
Joan Manuel Serrat
Fuente: